martes, 5 de agosto de 2008

Rudimentario.

Es y no es, la elemental destreza ocular, visible al tacto.
Sin número al sur de tu ojo indesarrollado.
El agonizante bosquejo de tu mirada no es rudimentaria.


Primer paso: La inmediata presentación de las miradas.
Segundo paso: El equilibrio del alcohol y la flor.
Tercer paso: Oír la voz, y después dejar que el silencio se ocupe del resto.

Que ninguna fumaróla se extinga, que los tulipanes no pierdan la cordura.

Esta fué una breve introducción acerca de cómo volar en tierras enterradas bajo el agua y bajo el suspiro de la iluminación artificial que proporciona una ciudad grotesca, cabaretera y vulgar.

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